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Muchos propietarios de una villa o casa de alquiler vacacional se plantean qué coberturas pueden contratar, para estar en completa tranquilidad.
Lo cierto es que casas y villas en régimen de alquiler vacacional tienen ciertos riesgos, que merecen nuestra atención. Por descontado, un Seguro de Hogar Vacacional específico, puede ayudarnos a tener cubierto todo lo que necesitemos.
Seguro obligatorio en un alojamiento de alquiler vacacional
La legislación local es la que marca el seguro que debe (o no) tener un alojamiento destinado al alquiler vacacional. No obstante, en España la mayoría de ayuntamientos exigen un Seguro de Responsabilidad Civil.
Coberturas típicas de un alojamiento de alquiler vacacional
Además de las coberturas obligatorias por ley, un Seguro de Hogar Vacacional corriente, suele incluir las mismas coberturas que una primera vivienda.
En este caso hablamos de coberturas ante daños provocados por agua o electricidad, coberturas ante incendios o incluso algunos servicios adicionales, como en caso de pérdida de llaves o necesidad de una reparación menor.
Coberturas especiales de los alojamientos de alquiler vacacional
No obstante, el alojamiento tiene clasificación de alquiler vacacional, por lo que puede y debería contar con coberturas especiales.
En primer lugar, en caso de desperfectos o daños ocasionados por los huéspedes, pero también en caso de robo. Hay que tener en cuenta que estas viviendas suelen estar deshabitadas a veces durante buena parte del año, lo que constituye un reclamo para los ladrones.
Sin embargo, respecto a esta cobertura específica, es conveniente informar al huésped sobre qué elementos abarca, porque en la mayoría de casos solo se cubren materiales y objetos del propietario y no del huésped. Por ejemplo, puede cubrir reparar la puerta de la casa, pero no si han sustraído el ordenador portátil o la bicicleta del huésped.
Por otro lado, es también importante contar con coberturas especiales sobre el entorno. Muchas casas, villas y demás viviendas presentes en zonas de montaña o de costa, sufren durante todo el año las inclemencias de un clima extremo, a veces de mucho frío en invierno, otras una constante exposición solar.
Esto puede acabar provocando daños en el alojamiento del alquiler vacacional, en la infraestructura, el tejado y otros elementos presentes en la vivienda.
Un seguro que cubra estos daños específicos de las zonas vacacionales, permitirá al propietario reducir el gasto en reparaciones, así como contar con la mejor imagen posible del alojamiento, con el fin de no perder oportunidades para conseguir atraer a nuevos huéspedes.